La nutrición funcional es ideal para controlar los problemas gastrointestinales porque tiene en cuenta no solo los síntomas, sino también las causas y en lugar de centrarse únicamente en la alimentación, se considera la interacción entre los alimentos que consumimos y cómo afectan la salud intestinal y el equilibrio microbiano.

Nuestro plan de nutrición funcional puede ayudar de varias maneras:

1. Puedes identificar de alimentos desencadenantes: se pueden identificar aquellos que empeoran los síntomas gastrointestinales.
2. Restaurar la microbiota intestinal:  puede ayudar a aliviar la inflamación y mejorar la función digestiva.
3. Reducir de la inflamación:
4. Reparar el intestino: Se incluyen nutrientes que ayudan a sanar  el revestimiento del tracto gastrointestinal, como la glutamina y los aminoácidos esenciales.
5. Controlar los síntomas: Mediante la selección de alimentos de fácil digestión y la inclusión de fuentes adecuadas de fibra, la nutrición funcional puede aliviar la constipación, la diarrea y otros síntomas gastrointestinales incómodos.
6. Gestionar del estrés: La relación entre el estrés y los problemas gastrointestinales es evidente. La nutrición funcional puede incluir estrategias dietéticas que ayuden a manejar el estrés, como el consumo de alimentos ricos en magnesio y triptófano, que son precursores de neurotransmisores relajantes.